LOCALIDAD NACIDA DEL FERROCARRIL

Venta de Baños, población y núcleo poblacional de origen reciente y moderno, surgido hacia el año 1860 al amparo del crecimiento provocado por el establecimiento del importante nudo o entronque ferroviario de los Ferrocarriles del Norte con los del Noroeste. Núcleo industrial y ferroviario éste, que se instaló alrededor de lo que en origen fue una antigua venta, o posada, ubicada en el antiguo Camino Real de Burgos, que todavía podría verse en pie dentro de su casco urbano (podría que cuando esté leyendo estas líneas ya no se encuentre en pie. . . es más, ya han hecho un monumento a lo que fue, así que está desahuciada ¡Ven y cuéntalo!). Tuvo excelentes fondas, fábricas de azúcar (Nunca mejor usado el tiempo pasado, la azucarera de EBRO realizó su última campaña en la temporada 1997-98), mantequilla y briquetas de carbón para alimentar las máquinas de vapor del ferrocarril.

Su moderno núcleo urbano es, junto con el de Villamuriel de Cerrato, de los que más ha crecido en los últimos a años dentro del Cerrato palentino, llegando hasta el punto de casi unirse los dos villas, la moderna de Venta de Baños, con la más antigua e histórica de Baños de Cerrato. En el corto espacio de cien años, dos han sido las iglesias parroquiales que ha tenido Venta de Baños. Las dos dedicadas a Santa Rosa de Lima, patrona de la villa. La que hoy podemos contemplar es un edificio modernista de posguerra, inaugurado en 1953 y que reemplazo en su mismo solar a otra más airosa, noerrománica, ya desaparecida y que fue edificada entre 1896 y1897.

Baños de Cerrato pierde sus orígenes en la noche de los tiempos ya que por su situación en la fructífera y feraz vega del río Pisuerga de cuyo cauce dista escasamente kilómetro medio fue posiblemente un territorio poblado desde tiempos prehistóricos. La villa se sitúa a 722 metros de altitud y toda su historia gira alrededor de su reconocida y visitada Basílica visigótica (estilo artístico siglos XII-XV) de San Juan de Baños. El edificio basilical visigodo que hoy contemplamos está edificado con gran parte de los restos de un antiguo templo romano como podemos apreciar en algunos de sus capiteles (parte superior de la columna) clásicos y muchos de los fustes de sus columnas, que seguramente se situaba en las proximidades de la actual fuente, también visigoda, que además suministraba líquido elemento para los baños romanos (termas) allí existentes y para los “Balneos” que todavía sobrevivían en el S. X y que darían nombre a la villa.

En las proximidades de la Basílica se localizó la conocida “Ara de las Ninfas”, que en la actualidad se encuentra en el Museo Nacional de Arqueología de Madrid, con una dedicatoria emotiva a las diosas benéficas del manantial. La Basílica de San Juan de Baños fue construida y consagrada en el año 661 por iniciativa de rey visigodo Recesvinto, como lo asegura la lápida bien conservada sobre el arco triunfal del templo, y durante los últimos trece siglos ha sufrido numerosas modificaciones y reconstrucciones, llegando en algunas épocas a estar en ruinas. Fue declarada Monumento Nacional en el año 1897.

En el paraje conocido como los Dos Nogales se localizaron los restos de una villa romana, y numerosos han sido los hallazgos fortuitos aparecidos en las inmediaciones de la villa que aseveran la presencia estable de una localidad hispanoromana primero y otra hispanovisigoda después.

La tradición asegura que volviendo el rey Recesvinto de ‘ apaciguar ‘ a vascones y aquitanos de sus constantes sublevaciones y correrías, al pasar por estas tierras cerrateñas oyó hablar de las excelentes propiedades salutíferas de las aguas de unos antiguos baños; como el monarca visigodo estuviera aquejado de un mal nefrítico, se acercó a los mismos y tomó sus aguas; al poco tiempo, su mal mejoró y sintiéndose agradecido, mandó edificar la conocida basílica y reconstruir la fuente como baptisterio, dedicándoselas a San Juan Bautista y cristianizando, de esta forma, un lugar que hasta entonces había estado dedicado al culto pagano de las aguas y las fuentes (ninfas).

En el S. VIII, durante la dominación musulmana, la basílica es parcialmente destruida y su poblamiento abandonado. A partir del S. IX “Balneos” es repoblada, como así lo confirma la necrópolis de relocalidad localizada alrededor de la misma. En el S. XII, Baños y la Basílica pertenecían al patrimonio de la reina Doña Urraca. Después perteneció a diferentes señoríos, siendo usufructuarios los monjes de San Isidro de Dueñas. La Basílica de San Juan de Baños fue parroquia hasta el S. XVI en que se edificó la actual iglesia parroquial de San Martín, pasando a ser ermita en el S. XVII.

A partir del S. XVIII, “Baños de Riopisuerga”, fue villa de señoría secular perteneciendo al Duque de Noblejas y la Marquesa del Carpio. A mediados del S. XIX, la ermita de San Juan Bautista, hoy Basílica de San Juan de Baños, se encontraba en estado ruinoso y las aguas de su fuente se seguían utilizando como remedio para algunas dolencias. En 1898, posteriormente de ser declarada Monumento Nacional, la Basílica de San Juan de Baños fue restaurada y con posterioridad, en 1966, sería declarada monumento histórico-artístico la “Fuente” próxima a la Basílica. En el año 1860, en plena revolución industrial, fue inaugurado el Ferrocarril del Norte, con todo lo que esto supuso para la antigua villa de Baños, y a la que no tardando superaría en localidad y desarrollo “La Venta de Baños”’, actual capitalidad del municipio.

Extracto de “El Cerrato Palentino”, de Gonzalo Alcalde Crespo